Es importante recordar que la compra de un remate bancario es, en esencia, la adquisición de un título de cobro de deuda. Este documento concede al comprador el derecho de cobrar la deuda asociada a la propiedad que sirve como garantía 

En este contexto, es importante comprender que no se está comprando directamente la propiedad, sino el derecho a cobrar la deuda sobre el crédito respaldado por dicha propiedad. Por ese motivo los bancos o instituciones financieras no pueden aprobar créditos hipotecarios para la compra de un remate bancario. 

La única manera de poder adquirir un remate bancario es mediante recursos financieros propios, ya sean ahorros acumulados a lo largo del tiempo, parte de tu jubilación, hipotecando otra propiedad o préstamo personal mediante algún banco o entidad financiera.

Sabemos que en la actualidad puede resultar desafiante reunir sumas significativas de dinero en efectivo, es por eso que manejamos un esquema diferente donde puedes invertir con tan solo $50,000 y ganando rendimientos anuales de hasta el 30%.

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